domingo, 31 de enero de 2010

Cuando eramos pequeños ibamos a un bar que tenía una fonola.Un objeto viejo ya en los años ochenta pero codiciado por la tropa de pibitos que se amontonaban a poner fichitas y a tocar botoncitos.Carla y yo, poníamos a veces la canción de Roberto Carlos,”El gato triste y azul” en la cual alguien relata la pérdida de su chica: “El gato que esta en nuestro cielo no va a volver a casa si no estás , no sabes mí amor que noche bella presiento que tu estas en esa estrella. El gato que esta triste y azul nunca se olvida que fuiste mía ,más siempre serás en mí mirar lagrima clara de primavera. El gato que esta en la oscuridad sabe que en mi alma una lagrima hay” . ¿La chica se había muerto? No se trataba solamente de los avatares de una relación, al parecer. Hay muchas canciones así, melosas de golpes bajos, pero esa se dirigió histórically-wise a mi archivo nostálgico.Los gatos a veces observan cuando la gente garcha, a veces juguetean por ahí cerca, a y otras veces miran a través de la ventana mientras la gente habita el espacio ese que guarda recuerdos. Algunas veces, de tan solo mirar arlos en esos momentos, me agarra es no se qué y me acuerdo de Roberto .Si nos separamos: queda el gato.

sábado, 30 de enero de 2010

DEARHOLES on Sundays


Un pequeño caramelo de uva concurrió a una fiesta y cuando se sintió aburrido se metió en un trago de una señorita con bigotes . Cuando esta lo vió  lloró tanto que el caramelo  se despedazó en miles de  astillas de gelatina que hicieron: POP.
Ahora, los viernes hace plop y los sábados pop.Y  tan cansados de temblar, se suicidan en fila en el cepillo de dientes,rastros de golosina hipnotizada de la noche anterior.

(2007disconights)